Planta de temporada con flores de aspecto delicado, olor sutil y cierto sabor.

¡Una flor de pensamiento en la ensalada! Sí, es comestible y casi con toda seguridad es una flor de Viola cornuta. Su delicadeza, forma, colorido, ligero aroma y capacidad de ser comestible, hacen de esta flor una clásica en la ‘alta cocina’.

Este pensamiento de flores diminutas pero elegantes la comenzamos a ver en mercado con la llegada del otoño. Si bien está emparentada con el clásico pensamiento (Viola x wittrockiana), se diferencia de él por ser una planta más compacta, con flores algo más diminutas y floración más abundante.

Con la Viola cornuta podemos crear bonitas zonas de color en rocallas, macizos y borduras, pero también decoran muy bien en jardineras y maceteros planos solas o plantadas en pequeños grupos. En todos los casos se aconseja utilizar plantas de la misma variedad para que el impacto visual de sus flores sea más elegante. Los ‘popurrí de color’ crean en la distancia una falta de definición y empaste cromático que le resta valor ornamental al conjunto.

Aunque hablamos del jardín, también se pueden utilizar para decorar en balcones y terrazas. ¿Y por qué no? También en la cocina o rincones de la casa donde un pequeño toque de color siempre luce bien. En tal caso la tendríamos en casa unos días y cuando veamos que comienza a perder vigor, la sacaríamos al exterior para que se revitalice o simplemente se plantaría directamente en el jardín.

El origen de la Viola cornuta

Su origen es más cercano del que imaginamos porque es de la región mediterránea europea. De hecho está considerada como un endemismo de los Pirineos y de la Cordillera Cantábrica en España.

Si nos centramos como planta autóctona y en su hábitat natural, curiosamente está incluida en la lista roja de especies en peligro de extinción en Andorra. Evidentemente, su popularidad ornamental le asegura su existencia, si bien se tratan de mejoras varietales… ‘algo alejadas’ de sus parientes originales.

Flores de Viola cornuta

¿Cómo es la Viola cornuta?

Está considerada como una planta de temporada de otoño e invierno. Se la conoce popularmente como Violeta, Violeta cornuda, Violeta de los Pirineos,… siendo su nombre científico Viola cornuta y pertenece a la familia Violaceae.

Es una pequeña planta de flor que no suele superar los 25 centímetros de altura, repleta de hojas de color verde intenso que emergen desde la base de la planta.

Florece abundantemente desde septiembre a principios de abril y sus flores tienden a ser bicolores predominando los tonos azules, violetas, amarillos, blancos, naranjas, rojos,… solos o en combinaciones entre ellos. Estas desprenden un sutil aroma y al paladar trasmiten un gusto delicado y suave, aspectos que animan a degustarlas cuando acompañan a ensaladas o cualquier otro plato gastronómico.

Una planta ideal para recolectar sus flores e incorporarlas a los platos con los que sorprender a los invitados.

Cuidados de la Viola cornuta.

La plantación en el jardín debe ser en zonas soleadas y sobre un terreno fértil. Si lo hacemos en jardineras o maceteros, podemos utilizar un sustrato universal o sustrato especial para plantas de exterior, con un pH de entre 5,8 y 6.

Es una planta a que le gusta las noches frescas y temperaturas no muy elevadas durante el día. Una temperatura alrededor de los 18ºC le permite desarrollarse bien.

En cuanto a los riegos deberán se moderados y distanciados aunque manteniendo el terreno siempre húmedo.

Se puede iniciar su abonado a partir de las tres o cuatro semanas de su plantación con un abono del tipo 18-12-24 disuelto en el agua de riego, a la dosis recomendada por el fabricante, sabiendo que será la más baja según sea más frecuente los abonados.

La Viola cornuta no necesita podas, tan solo retirar sus flores y hojas secas para mantener mejor su aspecto ornamental.

Plagas y enfermedades de la Viola cornuta.

Respecto a posibles plagas, las más comunes que se pueden presentar son el pulgón y las orugas, que controlaremos fácilmente con unos insecticidas recomendados que si pueden ser ecológicos muchísimo mejor. Ojo… si utilizamos alguno de ellos, tengamos la precaución de no consumir sus flores.

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