El Vaccinium corimbosum, está de moda entre los frutos silvestres o frutos del bosque que siempre han sido apreciados por su origen natural. Son los llamados frutos rojos, entre los que encontramos moras, grosellas, fresas y frambuesas principalmente.
El arándano, está englobado en el grupo hortícola de frutos rojos, cuyos frutos e inclusive hojas son cada día más apreciados en los campos de la alimentación (en fresco, repostería, mermeladas, confituras, salsas, bebidas, etc.) y en farmacología (las propiedades de sus hojas se utilizan para reducir el contenido de azúcar en sangre y sus frutos para proteger y mejorar la visión, fortalecer la paredes de los vasos sanguíneos, tratar la diarrea, es un gran antioxidante etc.)
Cuando nos referimos al arándano, realmente lo hacemos a un grupo de especies que pertenecen al género Vaccinium sp., género que comprende unas 30 especies. Las más populares comercialmente en cultivo son: Vaccinium angustifolium, Vaccinium ashei, Vaccinium corymbosum, Vaccinium myrtillus y Vaccinium uliginosum. En este caso nos referiremos al V. corymbosum o Arándano azul.
El origen del arándano.
El Vaccinium corymbosum, el arándano pertenece a la familia Ericaceae y es originario del Hemisferio Norte. Los bosques de coníferas y brezales son su hábitat natural, encontrándolo de forma silvestre en Europa por los Alpes, Apeninos centrales y Pirineos. Y también en Asia, América central, EE.UU. y Canadá. En España podemos destacar grandes zonas productoras de este cultivo como son Galicia, Cantabria y Andalucía.
Esta especie en concrero, la V. corymbosum es originaria de Estados Unidos. Su nombre genérico procede del latín “vacca” debido a que sus hojas son muy apetecibles por este animal. Popularmente se le conoce como arándano y mirtilos y en México como mora azul.
¿Cómo es el arándano?
Estamos frente a un arbusto de hoja caduca, que puede ser de porte erecto o rastrero y según la especie de altura variable. Desde el punto de vista ecológico es una planta importante, ya no sólo porque es la base de alimentación de la fauna de la zona, sino porque protege el suelo de la erosión y contribuye a la formación de humus.
Su sistema radicular está compuesto por numerosas raíces superficiales fibrosas y finas en su mayoría y sin pelos absorbentes. En condiciones naturales, las raíces tienden a micorrizarse, lo que mejora su desarrollo. Produce retoños que ayudan a fijar el terreno, originando cepas rectas de tallos cuadrangulares de color marrón-anaranjado muy ramificados que se recubren con una fina corteza de color gris conforme envejecen.
Sus hojas son simples, creciendo de forma alterna con forma elíptico-lanceolada con el margen dentado o no y el pecíolo corto. Son de un color verde cuya intensidad dependiendo de la especie varía y que en otoño antes de su caída adquieren un tono rojizo.
El arándano está englobado en el grupo hortícola de los frutos rojos.
Las flores crecen en inflorescencias formando racimos con 6 a 10 flores por yema. Son flores pequeñas y péndulas con el cáliz con 4 a 5 sépalos cerrados. La corola es blanca o verde pálido formada también por 4 o 5 pétalos que se fusionan y dan lugar a una campana redonda de la que sobresale su simple pistilo. El ovario se desarrolla por debajo del cáliz (es ínfero) y los estambres los vemos agrupados de 8 a 10 unidades.
El fruto del arándano es una falsa baya esférica que según especie es de color azul, rojo, amarillo crema o negro cuando está madura. La piel del fruto está cubierta de secreciones cerosas. Su tamaño está relacionado con el grosor y la posición de la rama, más pequeños aquellos que se encuentran más distales de ésta.
Esta especie, más conocida como arándano azul, es un arbusto de hoja caduca, de porte alto que puede alcanzar los 4 m. Sus raíces de forma fácil se micorrizan de forma natural viviendo en simbiosis con algunos hongos.
Las hojas con forma elíptico lanceolada son simples, alternas con márgenes lisos. Sus flores son hermafroditas y se agrupan en racimos. El fruto de unos 2 cm. es blanco en un principio tornándose rojizo-purpúreo para convertirse en azul cuando está completamente maduro, y es de los más dulces.
Cuidados del arándano.
En términos generales, diremos que hay unos factores que limitan el cultivo de este arbusto. El suelo debe ser ligeramente ácido (pH entre 4,3 y 5), la zona donde lo ubiquemos debe estar ausente de fuertes vientos para que no caigan los frutos y evitar daños por arañazos y también durante la floración evitar heladas.
Con respecto a la temperatura, el arándano requiere un determinado número de horas-frío (temperatura inferior a 7ºC) cuyo valor depende de la especie que cultivemos. Podemos decir que el rango óptimo de temperatura se sitúa entre los 16 y 25ºC. Por encima de los 30ºC la planta se resiente y por debajo de los -5ºC aparecerán daños en los frutos.
El cultivo del arándano requiere de humedad relativa alta. En el suelo debe ser constante sin llegar al encharcamiento que le produciría una asfixia radicular. Tampoco la sequía sería bueno, así que el suelo debe tener una estructura ligera con buena capacidad de drenaje y alto contenido en materia orgánica. El pH debe ser ácido, siendo el rango óptimo el comprendido entre 4,3-5. El pH se debe mantener acidificando el agua de riego. En un suelo calizo no prosperará.
Si vamos a cultivar el arándano en maceta el problema del suelo está resuelto si utilizamos un sustrato especial para plantas acidófilas ya que su pH ya viene corregido. Solamente debemos tener en cuenta el tamaño de la maceta que debe ser de más de 30 centímetros de diámetro para que la planta vegete de forma correcta.
Si vamos a realizar una plantación en suelo debemos prepararlo. Realizaremos una labor de subsolado profundizando medio metro con lo que conseguiremos aumentar el drenaje y airear el suelo. Posteriormente pasaremos la motoazada removiendo el terreno, aportando materia orgánica (en torno al 2 ó 3%). Posteriormente realizaremos caballones sobre los que se plantarán los arándanos, favoreciendo así la aireación del cultivo. El marco de plantación si plantamos más de uno será de unos 70 a 100 centímetros de ancho con una altura de entre 30 y 40 centímetros. También podemos realizar un acolchado con el fin de evitar malas hierbas y mantener la humedad en el suelo (el plástico negro es el más empleado).
La mejor época de plantación se sitúa entre finales de otoño y principios de invierno, mientras la planta está en reposo vegetativo. Sobre los caballones realizaremos un hoyo colocando el plantón de arándano con su correspondiente cepellón, compactando ligeramente el terreno y manteniendo bien el acolchando, regando copiosamente después.
En cuanto al riego si tenemos varios arándanos en cultivo, lo mejor sería un riego localizado, ya que se recomienda aumentar la frecuencia del riego disminuyendo la cantidad. Los riegos serán más frecuentes durante los meses de primavera y verano. Los primeros porque coinciden con la fase de engrosamiento y maduración del fruto, los otros porque se produce mayor evapotranspiración.
El arándano no es muy exigente en cuanto a nutrientes, pero sí es sensible al exceso de sales por lo que los nutrientes los aportaremos en el agua de riego. Al margen del abonado de fondo que hemos incorporado al terreno en su plantación, le iremos incorporando en su etapa de crecimiento mayor proporción de nitrógeno, en la fase de engrosamiento del fruto mayor proporción de fósforo y calcio durante el período de enraizamiento, brotación y floración. Resumiendo se emplean fertilizantes complejos con equilibrios 1:0,5:1 y 1:1:1, complementando con aminoácidos, hormonas de crecimiento y vitaminas en función de las necesidades de la planta. Si existe carencia de hierro aplicaremos sulfato de hierro quelatado.
Recordemos en cuanto a podas que estas son de formación, cultivo y rejuvenecimiento. En el caso del arándano la poda de formación y cultivo van de la mano. Las flores del primer año dan un fruto que carece de valor, por lo que tras la plantación eliminaremos la primera mitad de las ramas. A finales de primavera realizaremos una poda en verde para que la planta adquiera vigor y tengamos una buena producción. Es importante saber que el arándano fructifica sobre los brotes del año. Y ya, sobre el quinto año se realiza la poda de rejuvenecimiento, eliminando un tercio de las ramas envejecidas cada año, por lo que en tres años tendremos la planta totalmente rejuvenecida.
Debemos asegurarnos para obtener frutos que compramos variedades de arándano autocompatibles, como esta, Vaccinium corymbosum cuya polinización ocurre en forma natural por el sólo movimiento de las flores, aunque está comprobado que una polinización cruzada, con varios ejemplares en cultivo, dan lugar a una mayor producción.
Plagas y enfermedades del arándano.
Al ser un cultivo al aire libre, es fácil que se vea afectado por plagas y enfermedades de cultivos colindantes, por lo que nos podemos encontrar con plagas, enfermedades y fisiopatías, todo ello fácil de combatir con pautas y los productos adecuados que en su centro de jardinería le aconsejarán llegado el momento.
En cuanto a plagas serán la Cochinilla, Pulgón, Cheimatobia, Gusano del arándano (Rhagoletis mendaz), pájaros y liebres sus mayores enemigos.
En cuanto a enfermedades la Botrytis, la Antracnosis, Septoriosis, Monilia, Alternaria y Phytophthora.
Podemos encontrarnos con algunas fisiopatías como la asfixia radicular como consecuencia del encharcamiento. La Clorosis férrica la podemos corregir aplicando sulfato de hierro en el riego. Si existe un periodo pronunciado de lluvias los frutos se hinchan y se produce lo que se llama el Rajado de frutos. Cuando hay carencia de nitrógeno tendremos una planta amarilla y poco desarrollada, por el contrario si hay exceso habrá irregularidades en la maduración de los frutos y los brotes se lignificarán de manera prematura. Si tenemos un suelo muy ácido o mantenemos el arándano en periodo de sequía habrá una deficiencia de potasio tornándose de un color rojizo los brotes y en las ramas jóvenes, aparecerá una clorosis internervial.
El cultivo de los llamados frutos rojos, frutas del bosque o silvestres, es toda una experiencia y actualmente están de moda por su origen natural.