La Mentha pulegium es una planta muy decorativa para su cultivo en maceta y jardinera como en jardines, que bien cuidada nos ofrecerá su floración y aroma año tras año.
Estamos ante una planta herbácea plurianual de tallo largo que tiene tendencia a crecer de forma lateral, tanto en su parte subterránea como aérea.
Lo ideal es plantarla en el jardín donde formará densas matas, pero también es ideal para un mejor control de ella cultivarla en maceta, donde responde muy bien.
En su hábitat natural la podemos encontrar cerca de cursos fluviales, de pastizales húmedos donde crece estupendamente.
Es ideal para ser utilizada en jardinería donde crece ideal a la sombra de árboles formando densas matas de poca altura que en el momento de la floración sus inflorescencias de un color muy llamativo en lila o rosado-púrpura y el agradable aroma que desprende nos gratificarán el día, además de alegrar el rincón donde se encuentre.
Es de las plantas aromáticas más populares, conocida desde hace siglos por su agradable e intenso aroma y por sus propiedades, motivo por el que hoy en día se utiliza en tantos platos en cocina como condimento, en infusiones, en cosmética y en medicina.
El origen de la Mentha pulegium.
La Mentha es un género de plantas herbáceas vivaces que pertenecen a la familia Lamiaceae que comprende varias especies e híbridos, entre ellas la M. piperita, M. sativa, M. spicata, M. suaveolens, M. arvensis, M. citrata, y la que nos ocupa en este post, la Mentha pulegium, más conocida como menta poleo o menta verde.
Es originaria de la cuenca mediterránea.
Todas las plantas que los antiguos conocían y que por su utilidad consideraban en cierto sentido como de origen divino, tenían que ver con mitos clásicos.
Así que la Mentha en la mitología griega se explica su origen a través de la leyenda de la hermosa y temperamental ninfa llamada Mintha, hija del rey Cocito (Dios Fluvial) que jugaba un atardecer en el jardín con sus amigas cuando la vió Plutón, fue verla y amarla de inmediato, pero la ninfa trató de escapar del Dios Plutón y entonces este la raptó.
Tal fue la desesperación del padre que Proserpina se compadeció de él y para que la muchacha pudiera escapar la convirtió en esta hierba aromática que plantó en los jardines del rey Cocito para que su fragancia y sabor aliviara la pena del padre. Aclarar que esta leyenda se explica de varias maneras, nosotros nos hemos quedado con esta.
La menta utilizada como repelente e insecticida.
Desde la antigüedad, la menta es conocida por sus propiedades para alejar a las pulgas, de ahí ‘pulegium’ que viene del latín ‘pulex’ que significa pulga. En las casas se quemaba esta aromática para repeler estos insectos. También se restregaba sobre los animales para eliminar parásitos y, los antiguos griegos y romanos, utilizaban sus vapores como insecticida, para ahuyentar pulgas y mosquitos.
¿Cómo es la Mentha pulegium?
Nuestra protagonista es una planta herbácea perenne y rastrera que alcanza una altura de entre los 30 a 60 cm. Sus tallos son erectos y cuadrangulares de un color rojizo recubiertos de un fino vello. Tienen tendencia a crecer de forma lateral por lo que puede descontrolarse en un momento dado si la tenemos en suelo.
Las hojas de un color entre verde medio y oscuro son lanceoladas y algo dentadas en el borde, dispuestas en pares opuestos.
Las diminutas flores de color lila o rosado-púrpura nacen agrupadas en apretadas inflorescencias globosas que aparecen a finales de primavera o comienzos del verano disfrutándose hasta el mes de octubre. Los ramilletes son tan llamativos, que es imposible no dedicarles un poco de atención.
Estos ramilletes de flores se agrupan en espiral en la axila de los pares de hojas superiores y sus flores van madurando de abajo a arriba.
Conforme va creciendo verticalmente la inflorescencia aparecen los botones florales, estos se abren formando las nuevas flores, mientras que las más viejas van formado los frutos.
Cuando llega el frío, el follaje de la menta muere, aunque no sus tallos subterráneos, que volverán a desarrollarse en primavera brotando con fuerza.
Cuidados de la menta.
Si colocamos la Mentha pulegium en el interior, debemos asegurarnos que tenga una buena iluminación y lejos de corrientes de aire. Al exterior la colocaremos a pleno sol si este no es muy fuerte o en semisombra. La temperatura ideal para mantenerla está entre 15 y 20°C durante la primera etapa de su desarrollo.
La Mentha exige cierto control al crecer de forma horizontal y a gran velocidad, por lo que la plantaremos siempre en solitario. Si lo hacemos debajo de un árbol este compensará esa competencia. En maceta esta debe ser profunda y ancha.
Esta planta se adapta bien a cualquier tipo de suelo relativamente, pero lo ideal es que sea rico en nutrientes y que retenga bien la humedad con un buen drenaje.
En macetas el sustrato tipo ‘Universal’ es perfecto, es el que utilizaremos también a la hora del trasplante.
La mayoría de las mentas son semiacuáticas, por lo que necesitan en la época de mayor desarrollo, en primavera y verano, riegos abundantes y regulares. Un buen riego implica un buen follaje lo que se traduce en que nos proporcione un buen aroma y sabor.
Le aportaremos en el riego durante esta época de crecimiento un abono tipo orgánico.
La floración de la Mentha pulegium tiene lugar entre mayo y junio hasta octubre. Pasada esta debemos cortar el follaje y cubrir la planta si hubiera riesgo de heladas con mantillo, paja, corteza de pino… para protegerla. Cuando llegue la primavera volverá a brotar con fuerza.
La reproducción de la Mentha pulegium.
Se puede reproducir por semilla durante los meses de mayo y junio. También lo podemos hacer por separación de mata (rizomas), esto lo haríamos durante el mes de abril escogiendo los más desarrollados y plantándolos de nuevo en grupos de cuatro o cinco en un nuevo lugar o maceta.
Si tenemos la Mentha pulegium en maceta, realizaremos la misma operación cuando esté muy saturada con el fin de rejuvenecer la planta.
También podemos reproducirla por esquejes cortando los ápices de algunas ramas a unos 10 cm y sumergirlos por su base en agua hasta que emitan la raíz o plantados en macetas con el sustrato húmedo y mantenerlo así hasta que enraícen.
Plagas y enfermedades de la Mentha pulegium.
No suelen presentarse plagas ya que su aroma ahuyenta a los insectos. Sí que debemos prestar atención al exceso de humedad y falta de sol porque sería atacada por el Oídium.
Si las condiciones de cultivo no son las adecuadas o por cultivos colindantes puede verse afectada también por orugas, caracoles, babosas, mosca blanca y pulgón.
En nuestro catálogo encontrarás distintas variedades de Mentha o menta para disfrutar de una bonita colección. Recuerda plantarlas por separado, para que no se desvanezcan los aromas y sabores de cada una de ellas, que se perderían al mezclarse.