Es muy ornamental por el color de su follaje verde limón.
Aunque nos vamos a centrar en esta variedad, como cultura general conviene saber que el género Cupressus es un género de árboles llamados comunmente Cipreses. Es difícil de concretar el número de especies reconocidas en todo el mundo, ya que varía bastante debido a que la mayor parte de poblaciones son pequeñas y además se encuentran aisladas siendo difícil su clasificación según el rango de especie y subespecie (variedad). Pero estamos hablando de entre 16 a 25 especies.
El nombre botánico del Ciprés Goldcrest es Cupressus macrocarpa, es uno de sus principales cultivares junto con el Aurea, Aurea Saligna, Brunniana y Lutea.
Es conocido también con otros nombres comunes como ciprés de Monterrey, ciprés de California, ciprés limonero, ciprés amarillo, cedro de limón… Estos nombres comunes aluden a su origen y a su follaje de un color verde amarillo intenso y su fuerte olor a cítricos cuando sus ramas son sacudidas por el viento o simplemente lo acariciamos.
El Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’ es una planta muy versátil y decorativa que adornará nuestros jardines, patios, vestíbulos, terrazas, balcones e incluso el interior de nuestros hogares, eso sí… siempre que le proporcionemos la suficiente luz y frescor que necesita. Es ideal para cultivarlo en maceta.
Son muchos los que prefieren el juego que les ofrece este ciprés al abeto tradicional, cuando se acerca la Navidad. Un rincón con tres cipreses de distintos tamaños con adornos navideños, queda espectacular.
Es una variedad muy decorativa, de crecimiento muy rápido que se utiliza mucho en jardinería tanto en solitario como en macizos como fondo para destacar las otras plantas, para realizar pantallas vegetales por su raíz pivotante que al crecer en profundidad no daña los muros y en diversas formas, porque puede ser podado ‘al gusto’.
El origen del Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’
Es originario de las zonas costeras del estado de California, donde vive en escasas poblaciones silvestres en una reducida área situada en las proximidades de Monterrey, de ahí alguno de sus nombres comunes.
Pertenece a la familia de las Cupresáceas. Popularmente esta y todas las demás especies se las conoce más familiarmente como ciprés.
Son muchas las especies de este género que se cultivan como ornamentales en parques y jardines de todo el mundo.
¿Cómo es el Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’?
Es un árbol de hoja perenne que se considera una conífera ya que sus estructuras reproductivas llamadas conos, protegen las semillas, al igual que las piñas del pino. Crece de forma más o menos piramidal en su juventud, ensanchándose más cuando alcanza la madurez.
Tiene un crecimiento anual de 1,5 m. en climas con temperaturas medias, alcanzando una altura de 4-5 metros y un perímetro de 3-4 metros de diámetro con un tronco grueso de una tonalidad rojiza profundamente agrietado.
El follaje es oloroso y nos recuerda al perfume de los cítricos cuando lo frotamos. Es de un color verde amarillento muy intenso. Sus hojas no tienen glándula resinífera y son escamas de uno a dos mm de longitud con ápices obtusos, muy pegadas alrededor de las ramas terminales de forma que se solapan como las escamas de los peces.
En primavera tiene lugar la floración. La misma planta tiene los conos femeninos verdosos y los masculinos amarillentos, que al fecundarse los primeros dan lugar a frutos (botánicamente se llaman estróbilos). Estas piñas tienen forma de esfera (esferoidales) de 2,5 a 3,5 cm, de color marrón rojizo, con las escamas coronadas por un mucrón no muy acentuado. En botánica, un mucrón o apículo, es una punta corta, más o menos aguda y bien diferenciada que termina abruptamente.
Estas piñas pueden permanecer cerradas durante años en el árbol y al completar su desarrollo dejan libres numerosas semillas al separarse sus escamas. Estas semillas son aladas y tienen en su superficie pequeñísimas gotitas de resina.
Se diferencia del ciprés común por poseer hojas más grandes y de los restantes cipreses por los estróbilos de mayor tamaño y por las ramas dispuestas oblicuamente al tallo.
Cuidados del Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’
Prefiere una ubicación a pleno sol, aunque puede estar en semisombra. Para que adquiera ese color vivo debe recibir al menos una media de cinco horas directas de luz solar diaria. Si queremos disfrutar de él en el interior de nuestro hogar debe tener muy buena iluminación, humedad, evitar la calefacción y ubicarlos en las estancias más frescas.
Se desarrolla sobre todo en zonas de clima suave e influencia marítima. Y aunque es capaz de soportar cierto grado de heladas con un clima húmedo invernal y en lugares fríos crecerá más lentamente. Es bastante resistente al viento.
El Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’ se puede desarrollar en todo tipo de suelos. El idóneo es un suelo fresco con muy buen drenaje, porque aunque tiene cierto grado de tolerancia a la sequía, en condiciones de precipitación excesiva si el suelo debajo de la planta no está lo suficientemente bien drenado, morirá.
Como planta en maceta necesitará un volumen de al menos 30 litros y un sustrato aireado especial para coníferas. Debemos poner en la base de la maceta, una capa de arcilla expandida o grava para que tenga un buen drenaje.
Es una planta que soporta bien la sequía. Lo que no soporta es el encharcamiento, así que durante todo el año regaremos con moderación, aumentando algo el riego en periodos calurosos como el verano, pero siempre recordando que es mejor menos que más.
Respecto a la fertilización, debemos abonarlo regularmente con un abono para coníferas. Este abono es especial para la nutrición de este tipo de plantas. Las coníferas suelen manifestar problemas asociados a carencia de magnesio (principalmente en años secos) que inicialmente se aprecia en un amarilleo en la punta del follaje.
Para mantener su forma triangular natural, puede requerir de una ocasional poda de formación, en especial si la tenemos en maceta. También es frecuente la poda decorativa si se utiliza para arte topiario y para crear setos por su capacidad de brotación.
Su multiplicación se realiza por semillas.
Plagas y enfermedades del Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest’
Estamos ante una conífera bastante resistente, aunque puede ser susceptible a determinadas plagas. Los tratamientos preventivos en primavera con un insecticida de triple acción la alejarán especialmente de los pulgones.
Se debe controlar muy bien el riego, ya que si nos excedemos, habrá una podredumbre radicular debido al exceso de agua. Tratamientos preventivos con fungicidas sistémicos lo protegerán de la Phythophthora.
El abonado también es importante en esta planta, ya que si hay falta de magnesio, veremos como las puntas se desecan es muy probable que sea por falta de este mineral, así que seguiremos los consejos sobre el abonado para aplicarlos y que esto no suceda.
Lo mejor de esta especie es que la podemos disfrutar tanto en el interior como en el exterior. Siempre prosperará mejor con temperaturas medias.