El Coriandrum sativum o Cilantro es una planta popular en huertos urbanos y jardines de aromáticas debido a su fácil cultivo y beneficios para la biodiversidad.
Sus flores atraen abejas y otros insectos beneficiosos, mejorando la polinización del huerto. Es lo que se llama un ‘cultivo compañero’ al plantarse junto a zanahorias, tomates y lechugas, ya que ayuda a repeler plagas.
Es ideal para huertos urbanos en macetas o mesas de cultivo, ya que crece rápidamente y se puede cosechar en pocas semanas.
Todas las partes del cilantro son comestibles, pero las hojas frescas y las semillas secas son las más utilizadas en la cocina.
Las hojas frescas se emplean para aromatizar y refrescar una variedad de platos, incluyendo ensaladas, salsas como el mojo verde (una salsa típica para las papas arrugadas), sopas frías como el gazpachuelo malagueño, guisos, adobos, pescados y carnes.
En la cocina internacional son un ingrediente esencial en la gastronomía mexicana, por ejemplo, en la preparación de salsas y guacamole. También ha ganado protagonismo en la cocina fusión, en platos como tacos, ceviches y currys.
Sus semillas tienen un sabor dulce y ligeramente cítrico y aunque es menos común se utilizan en escabeches, embutidos y mezclas de especias como el curry o el ras al-hanout para encurtidos y adobos.
El origen del Coriandrum sativum.
El cilantro (Coriandrum sativum) es una planta originaria de la cuenca del Mediterráneo y el suroeste de Asia. Su uso se remonta a miles de años, con evidencias arqueológicas que indican su presencia en antiguas civilizaciones como la egipcia, la romana y la mesopotámica.
Se han encontrado semillas de cilantro en tumbas egipcias, como la de Tutankamón, lo que sugiere su uso tanto culinario como medicinal en el 3.000 a.C.
Los romanos lo empleaban para condimentar alimentos y fabricar perfumes, llevándolo a distintas regiones de Europa. Su cultivo se extendió a Persia, la India y China, donde se incorporó a la medicina tradicional y la gastronomía.
Los colonizadores españoles lo introdujeron en el Nuevo Mundo en el siglo XVI, donde se convirtió en un ingrediente esencial en la cocina latinoamericana.
En España, el cilantro es conocido desde la época romana, pero su uso más arraigado se encuentra en Andalucía y Canarias, influenciado por la cocina árabe. Aunque en el resto de España ha sido menos común, su popularidad ha crecido con la expansión de la gastronomía internacional.

El cilantro (Coriandrum sativum) es conocido por varios nombres comunes dependiendo de la región. El nombre más común es cilantro, pero también se le conoce como coriandro, anisillo, culantro europeo, perejil chino, dannia o culantro.
El género Coriandrum spp. al que pertenece el cilantro (Coriandrum sativum), forma parte de la familia Apiaceae (anteriormente llamada Umbelliferae). Incluye más de 3.700 especies distribuidas en unos 434 géneros. Muchas de sus especies tienen importancia culinaria y medicinal, como el perejil, el eneldo, el hinojo, el comino y la zanahoria.
Características del Cilantro.
El Coriandrum sativum es una planta anual, herbácea que tiene una raíz pivotante y delgada que puede alcanzar una profundidad de hasta 50 cm, aunque en suelos compactos es más superficial.
El tallo es erecto, cilíndrico y ramificado en la parte superior alcanzando una altura entre 40 y 60 cm de altura. Es de color verde claro, estriado y algo hueco en su interior.
Las hojas del cilantro son de color verde claro, en la parte inferior son anchas y lobuladas, similares a las del perejil. Las superiores son más finas y divididas en segmentos lineares. Están en disposición alterna a lo largo del tallo. Tienen un aroma fuerte y característico, con un toque cítrico y especiado.
La floración tiene lugar en primavera y verano, dependiendo del clima. Las flores están agrupadas en umbelas compuestas de entre 5 y 10 radios. Son pequeñas de unos 2-4 mm de diámetro de color blanco o rosado.
El fruto esférico de 3 a 5 mm de Ø es un esquizocarpo, que al madurar se divide en dos mericarpos. Es verde cuando es inmaduro y marrón claro al madurar. El aroma es diferente al de las hojas, más suave y con notas cítricas.
Cada fruto contiene dos semillas, pequeñas, redondeadas y ligeramente acanaladas. Se utilizan enteras o molidas como especia (coriandro).
Cuidados del Coriandrum sativum.
En cualquier centro de jardinería se puede comprar ya en maceta para incorporarla a tu huerto urbano o de culinarias. Si queremos partir de su siembra la época ideal es en primavera y otoño (en climas cálidos). En invierno, puede cultivarse en invernadero.
Se siembra directamente en el suelo o en macetas, ya que no tolera bien el trasplante, a una profundidad de 1-2 cm en el sustrato ya que necesita cierta claridad para germinar. El marco de plantación será de 15-20 cm entre plantas para un desarrollo óptimo. La germinación tendrá lugar entre 7 y 21 días, dependiendo de la temperatura y humedad.
Prefiere pleno sol, aunque en climas muy cálidos se desarrolla mejor en semisombra. La temperatura ideal estaría entre 15 y 25°C aunque puede soportar temperaturas más altas, pero florecerá antes.
El suelo debe ser ligero, bien drenado y con buen contenido orgánico, evitando suelos compactos o arcillosos, ya que pueden dificultar el desarrollo radicular. El pH ideal lo situamos entre 6.0 y 7.5 (ligeramente ácido o neutro).
Si se siembra en maceta el sustrato recomendado es un sustrato universal que tenga un buen drenaje y un buen contenido en nutrientes.

El riego debe ser moderado y regular, evitando encharcamientos, y lo haremos directamente en la base de la planta, evitando mojar las hojas para prevenir hongos.
En época de crecimiento debemos abonar el cilantro cada 15-20 días con fertilizantes líquidos ricos en nitrógeno para favorecer la producción de hojas. Si deseas un abonado ecológico sólo debes incorporar compost o humus de lombriz.
Por otra parte si se cultiva para semillas, le debemos añadir un fertilizante con más fósforo y potasio en la etapa de floración.
No requiere una poda específica, pero se recomienda eliminar hojas secas y flores si se quiere prolongar la producción de hojas.
Podemos recolectar sus hojas frescas desde las 4-6 semanas después de la siembra. Se recomienda cortar solo las hojas exteriores para permitir que siga creciendo. Otra técnica consiste en cortar los tallos a 2-3 centímetros del suelo en racimos permitiendo que la planta vuelva a crecer, aunque no lo hará con el mismo vigor. Por esto el cilantro se suele cosechar sólo una vez.
En cuanto a las semillas, estas se recolectan cuando los frutos están marrones y secos (unos tres meses después de la siembra).
Estas semillas es la única forma de multiplicación, ya que no se reproduce por esquejes. Así que se dejan secar completamente en la planta y luego se almacenan en un lugar seco hasta su plantación.
Plagas y enfermedades del Coriandrum sativum.
Se conocen muy pocas plagas y enfermedades en el cilantro o Coriandrum sativum.
Es en cultivos industriales cuando en el caso de las enfermedades puede aparecer la mancha bacteriana (Pseudomonas syringae), por eso se utilizan semillas certificadas libres de este patógeno, pues es a través de estas semillas infectadas junto con riegos abundantes cuando aparece esta bacteria.
Es el riego lo que hay que controlar para evitar que puedan también aparecer hongos como el Mildium el Oídio, el Pythium y la Rhizoctonia. En caso de tener que tratarlo lo haremos con un fungicida.
En cuanto a las plagas los pulgones, la mosca blanca y los minadores de hojas podrían atacar al cilantro, aunque es raro. Si hay infestación un insecticida ecológico sería el tratamiento.
Cultivar cilantro es una excelente opción porque es fácil de cuidar, aporta un toque fresco a la cocina, tiene propiedades medicinales y atrae polinizadores beneficiosos al jardín.