Subarbusto que se caracteriza por su preciosa floración.
Las matas de la Calluna vulgaris que alcanzan entre los 30 a 80 cm de altura están hoy en día muy de moda. Su floración en el Hemisferio Norte aparece en verano, por eso se la llama también brezo de verano repartiendo color de julio a noviembre. Igual con este nombre no sepas de qué planta hablamos, pero si te decimos ‘Brezo’, la cosa cambia ¿verdad?, y es que se le conoce más como Brezo común.
Esta planta se utiliza mucho en jardinería gracias al gran número de cultivares que nos proporcionan una gran variedad de color en su follaje (desde el amarillo dorado hasta el naranja bronce y el rojo) y en sus flores que van desde el blanco hasta el rosa y una amplia gama de púrpuras, incluidos los rojos. Su perfume fomenta la vida silvestre ya que atrae a las abejas.
La combinación de sus colores es todo un espectáculo en macizos y rocallas.
Podemos también disfrutar de la Calluna vulgaris en maceta y jardinera, tanto en el interior de nuestros hogares, con muy buena iluminación, como en nuestras terrazas, balcones, patios y jardines.
Tiende a veces a confundirse con la Erica, pero se diferencia de ella por sus hojas que son más pequeñas y no tienen forma de aguja, por su corola y cáliz que tienen cada uno cuatro partes en lugar de cinco que tiene la Erica. También la Calluna tiene flores dobles y la Erica no. La Erica florece en invierno y primavera y la Calluna lo hace en verano y otoño.
El origen de la Calluna vulgaris
La Calluna vulgaris es una planta arbustiva que comparte familia, la Ericaceae, con los populares brezos del género Erica. Es la única especie del género Calluna, procedente de las islas de la Macaronesia; Europa hasta la meseta de Siberia central; y el norte de Marruecos, donde la encontramos creciendo en bosques claros, brezales, matorrales o pastos, habitualmente en suelos silíceos. La encontramos presente en casi toda la Península Ibérica, a excepción de Baleares.
Entre los nombre comunes el más popular es Brezo común, aunque también es conocida por brecina, brezo, biércol, quirola, maruca y argaña, entre otros. Esta especie dispone de muchos cultivares obtenidos por viveros especializados. Más de 400 variedades solamente se calcula que hay en Reino Unido.
Entre las principales variedades que se utilizan en jardinería destacamos unas cuántas por su porte:
Variedades enanas:
- Calluna vulgaris » White Law»: Con 5 cm de altura y flor blanca.
- Calluna vulgaris «Multicolor»: De flores malva, alcanza una altura de 10 cm con el follaje verde-amarillento con pinceladas de naranja y rojo.
- Calluna vulgaris «Sister Anne»: Puede alzanzar los 10 cm de altura. El follaje de un verde grisáceo se vuelve marrón bronceado en invierno. Las flores son en color malva.
- Calluna vulgaris «J. H. Hamilton»: De flores color rosa puede alcanzar los 15 cm de altura.
- Calluna vulgaris «County Wicklow»: 23 cm puede alcanzar en altura con flores rosa.
- Calluna vulgaris «Dark Beauty»: Sus flores son en un tono rosa rojizo y alcanza en altura los 23 cm.
Variedades medias:
- Calluna vulgaris «Darkness»: Alcanza los 30 cm de altura con flores de color carmesí.
- Calluna vulgaris «Silver Queen». Con una altura de 38 cm, el follaje es piloso en color blanco plateado y la floración luce en color lila pálido.
- Calluna vulgaris «Alba» o brecina blanca: Altura que puede alzanzar entre los 45 y 60 cm con flores blancas.
- Calluna vulgaris «Peter Sparkes»: 45 cm de altura alcanzable y flores en rosa oscuro.
- Calluna vulgaris «Robert Chapman»: Alcanza los 45 cm de altura. Sus flores rosa púrpura destacan entre el follaje dorado en primavera que vira en otoño a naranja y en invierno a rojo.
- Calluna vulgaris «Beole Gold»: 45 cm. son los que puede alzcanzar en altura con el follaje con matices amarillos y floración blanca.
- Calluna vulgaris «Hirsuta Typica»: Los 45 cm de altura alcanza con tallos y hojas pilosas en color plata y flores en malva claro.
- Calluna vulgaris «Tib»: Alcanza los 45 cm de altura con flores púrpura oscuro.
Variedades altas:
- Calluna vulgaris «Annie Ann»: Puede alcanzar los 60 cm en altura con una floración en color malva.
- Calluna vulgaris «Gold Haze»: Alcanza en altura los 60 cm con un follaje dorado y flores blancas.
- Calluna vulgaris «H. E. Beale»: Con 60 cm de altura sus flores son en tonalidad rosa plateado.
- Calluna vulgaris «Serlei»: Puede alcanzar los 60 cm en altura con flores blancas.
- Calluna vulgaris «Wickwar flame»: Alcanza en altura los 60 cm con follaje dorado y floración rosa lila.
- Calluna vulgaris «Elsi Purnell»: 75 cm de altura alcanzable con flores en color rosa plateado.
Calluna proviene del griego y significa ‘barrer’. Es un origen muy curioso porque antiguamente esta planta se empleaba principalmente para hacer escobas.
¿Cómo es la Calluna vulgaris?
La Calluna vulgaris la podemos definir de forma muy resumida así: especie de porte arbustivo, perenne, de tamaño medio y de floración otoñal.
Los diferentes cultivares se clasifican según su altura en porte enano, medio y alto ya que alcanzan una altura entre los 30 a los 80 cm.
Sus ramas de un color marrón rojizo están cubiertas de abundantes hojas muy pequeñas, de color verde. Son ligeramente carnosas y crecen opuestas, con base lobulada y densamente superpuestas.
En el Hemisferio Norte se considera una planta de floración otoñal ya que sus flores aparecen desde el verano hasta finales de otoño en racimos terminales. Estas flores aparecen en diferentes tonalidades que van desde el blanco hasta el rosa y una amplia gama de púrpuras, incluidos los rojos. Las flores al marchitarse tienden a tornarse marrones y permanecen en las plantas durante el invierno, lo que da lugar a interesantes efectos decorativos.
Dependiendo de la variedad, florecen en un mes ú otro, por lo que suelen agrupar a la Calluna vulgaris en Callunas de floración temprana (de julio a agosto), intermedia (de agosto a septiembre) y tardía (de octubre a noviembre).
El fruto de la Calluna vulgaris es una cápsula globosa que contiene numerosas semillas de reducido tamaño en su interior.
Cuidados de la Calluna vulgaris
Se considera una especie muy resistente porque puede adaptarse a cualquier tipo de terreno, hasta el extremo de que se dice que cuando aparece en un bosque significa que ese suelo es pobre. En su hábitat natural crece en terrenos estériles y ácidos encontrándolos en turberas y landas. Crece sin problemas también en zonas marítimas. Eso sí, no tolera la cal, por lo que tendríamos que adaptar el suelo a ella con un sustrato para plantas acidófilas y situar el pH entre 6,5 o menos, siendo lo ideal 5,5.
La Calluna vulgaris es capaz de resistir heladas esporádicas. Aunque le gusta el frío si creemos que va a exponerse a una helada continuada, es mejor protegerla con un agrotextil o si está en maceta a cobijo.
Cuando la ubiquemos en el jardín o en balcones y terrazas, buscaremos que tenga las mayores horas de sol posible para que se desarrolle y florezca correctamente, aunque puede estar también en semisombra. En interiores muy bien iluminados también se desarrolla bien.
El riego de la Calluna vulgaris será moderado evitando el encharcamiento. Es necesario mantener la planta bien hidratada, pero con un riego bajo control. Si la tenemos en maceta debe tener buen drenaje, pongamos grava o arcilla expandida en la base. El riego será aquí algo más frecuente, pero no olvidemos que requiere humedad, no encharcamiento. Si utilizamos un cubremaceta decorativo o plato, eliminar el agua sobrante en cada riego. El exceso de riego producirá pudrición de las raíces.
En cuanto al abonado, aprovecharemos los riegos para incorporar un abono para plantas acidófilas siguiendo la recomendación del fabricante.
A medida que las flores se desvanecen ser tornan de color marrón sin caer de la planta, lo que aporta un efecto más ornamental al jardín durante el invierno. Pero no olvidemos que la queremos volver a ver florecer, así que si queremos tener la planta compacta y bonita, la podaremos a principios de primavera eliminando las flores marchitas hasta la base de la espiga. No interesa rebajar mucho el corte ya que brota mejor en los tallos jóvenes que viejos.
Su multiplicación normalmente se suele realizar por acodo o mediante esquejes semileñosos.
Plagas y enfermedades de la Calluna vulgaris
La planta de la Calluna vulgaris dada su rusticidad si la mantenemos en condiciones adecuadas de cultivo, va a ser difícil que le afecte alguna plaga o enfermedad.
Sí debemos, sin embargo tener precaución en el riego, ya que es muy sensible al exceso de agua y al drenaje insuficiente. Son sus principales enemigos que le ocasionarían problemas fúngicos y pudriciones.
Curiosidades de la Calluna vulgaris
Ampliamos información con los usos que se le ha dado a esta planta en el pasado: Uno de los más conocidos es el de barrer con sus ramas a modo de escoba. También se ha utilizado a la Calluna vulgaris para teñir lana de color amarillo y curtir cuero. En la Edad Media era un ingrediente que se añadía a la malta y también se añadía como aromatizante en la elaboración de cerveza.
Hoy en día, la miel de brezo es una de las más valoradas. Con el Brezo se elaboran los habituales cerramientos para jardines que podéis encontrar en todas las tiendas especializadas. En flor cortada, se utilizan las varas de las flores dobles, ya que no abren y conservan su color indefinidamente, para decorar interiores.
Existen cultivadores que aplican tinte de colores llamativos a las hojas y flores de la Calluna vulgaris, lo que hace que la paleta de colores sea mayor… ahí no entramos… para gustos los colores.
Como hemos visto estamos ante una planta colorista y fragante, fácil de cuidar y muy elegante en jardines y en decoraciones tanto clásicas como minimalistas de interior.