A la Bougainvillea la vemos florecer espectacularmente con la llegada de las buenas temperaturas ya que está presente en todos los jardines del arco mediterráneo.
La encontraremos dentro de la sección de plantas trepadoras como una atractiva planta de flor por su rusticidad y espectacular floración con la que cubrir vallas, muros, pérgolas y demás superficies verticales con la ayuda de estructuras de tutorado o celosías. Recordemos que estas estructuras donde se apoyarán deben ser resistentes para evitar que los fuertes vientos la puedan tirar.
También la podemos ver creando informales setos floridos, incluso con la poda podemos conseguir un formato arbustivo redondeado como ejemplar aislado en el jardín o en una maceta. Aunque menos frecuente también puede utilizarse como planta tapizante o cubresuelo para cubrir pendientes e incluso llega a admitir la formación en bonsái.
La Bougainvillea sp. es tan rústica que hay un dicho popular que dice “la Bougainvillea, cuanto más sufrida, más florida”. Quizás por ello, nos llame la atención ver algunas casas con jardines abandonados con una Bougainvillea floreciendo espectacularmente y repleta de flores.
La encontramos en toda la gama de tonalidades de blanco, amarillo, rosa, magenta, púrpura, rojo, naranja…
La Bougainvillea sp. la encontraremos en macetas o contenedores que van desde los 14 a 17 cm. tutorados en porte arbustivo, piramidal, en espaldera y también en maceta colgante. Y aunque está presente todo el año, la encontraremos en pleno esplendor desde el mes de marzo hasta el principio del verano.
Gracias al trabajo de los profesionales genetistas el catálogo de variedades se ha incrementado de forma notable en las últimas décadas y la podemos en toda la gama de tonos dentro de los colores blanco, amarillo, rosa, magenta, púrpura, rojo, naranja…
El origen de la Bougainvillea sp.
En botánica, Bougainvillea sp. es un género que agrupa a unas determinadas especies de plantas de porte semiarbustivo y trepador de gran valor ornamental. El género Bougainvillea sp. tiene descritas más de 35 especies perteneciente a la familia de las Nyctaginaceae y son originarias de los bosques tropicales húmedos de América del Sur, más concretamente en los situados en áreas de Brasil, Perú y norte de Argentina.
De todas estas especies, en Europa y en especial en España, relevantes desde el punto de vista ornamental y comercial sólo hay dos especies: la Bougainvillea glabra y la Bougainvillea spectabilis. La más apreciada y popular Bougainvillea sanderiana ‘Alexandra’, la de color morado pertenece a la especie glabra.
La Bougainvillea spectabilis, conocida también como Californiana, acoge al resto de la mayoría de variedades con una gama de colores muy amplia, incluido el morado.
Su nombre científico es Bougainvillea sp., nombre otorgado por Philibert Commerson en honor de Louis Antoine de Bougainville, marino y explorador francés que fue quien la introdujo en Europa desde Brasil.
De forma popular se la conoce con numerosos nombres como por ejemplo Buganvilla, Bugambilia, Santa Rita, Veraneras, Enredadera de papel, Veranera, Flor de papel, Camelina, Buganvilia, Buganvil…
¿Cómo es la Bougainvillea sp.?
La Bougainvillea sp. está considerada planta arbustiva con fuerte tendencia trepadora, ya que según la especie, sus ramas pueden alcanzar de uno a doce metros de longitud.
En su hábitat natural, en zonas de lluvia se comporta como perenne y en zonas que tienen una estación muy seca como caducifolia. En nuestros jardines al ser atendida con riegos puntuales no perderá sus hojas nunca.
Es una planta con ramificaciones robustas llenas de espinas con las que se ayuda a trepar, lo que le permite ocupar espacios verticales simplemente redirigiendo sus ramas sin un agarre real.
Sus hojas alternas son de color verde, simples y con cierta forma ovalada o lanceolada.
La floración aparece durante las épocas calurosas del año, alcanzando su máximo esplendor durante el verano y hasta principios del otoño. En climas cálidos, sin heladas, puede llegar a florecer a lo largo de todo el año.
Sus flores son hermafroditas y tubulares con 5 a 6 lóbulos cortos. Generalmente son blancas y nacen establecidas en grupos de tres unidades, cada una de ellas insertada en una bráctea resistente de aspecto papiráceo y de colores vivos. Son estas brácteas las que determinan el color de la variedad que se asigna de forma errónea a sus flores.
Cuidados de la Bougainvillea sp.
La Bougainvillea sp. debe ser plantada en zonas de pleno sol para favorecer un crecimiento más compacto y una floración potente y abundante con un color más vivo. Si lo hacemos en zonas de semisombra vegetarán de forma excesiva y su floración será escasa.
Es una planta que resiste bien el frío, en especial la popular Bougainvillea glabra ‘Sanderiana’ de flores púrpura. En el caso de sufrir heladas en sus extremos aéreos, rebrotará en primavera sin ningún problema.
La Bougainvillea sp. se adapta a cualquier tipo de suelo, siempre que no sea muy arcilloso y prefiriendo los fértiles y bien drenados ya que no soporta el encharcamiento. Es una planta resistente a la sequía, aunque también es cierto que agradece en verano los riegos periódicos. Si el terreno es muy arcilloso aportaremos arena de río lavada para aumentar su aireación y evitar que se apelmace. Si es árido o pedregoso le aportaremos mantillo o compost como enmienda orgánica. Siempre cuanto más profunda sea la mejora del terreno mucho mejor ya que va a estar ahí muchísimo tiempo.
Aunque la Bougainvillea sp. es una planta muy rústica, su riego es muy importante. Vegeta mucho mejor si la mantenemos con una humedad constante, aplicando el riego de forma moderada durante su período de crecimiento y disminuyendo su cantidad durante su época de reposo, manteniendo el terreno algo seco.
Para el trasplante de la Bougainvillea sp. a una maceta mayor, elegiremos un sustrato que sea ligero, fértil y con buen drenaje, uno para plantas de exterior por ejemplo. Pondremos una capa de grava o arcilla expandida en la base antes del sustrato y luego regaremos copiosamente.
A la hora de abonarla, en primavera y verano le aportaremos un abono de tipo mineral y en otoño e invierno uno orgánico. En cualquier caso lo haremos con fertilizantes que no sean muy ricos en nitrógeno para que este no reduzca su floración. El formulado especial para plantas de flor, con un buen equilibrio y rico en fósforo, potasa y microelementos, es ideal. Debe ser con riquezas similares al tipo 18-12-24 más microelementos.
Será durante el invierno cuando realicemos su poda más enérgica, dejando las ramas no deseadas con una longitud de unos cinco centímetros sobre el tallo principal. De esta manera iremos creando una masa más compacta alrededor de la estructura o celosía. El resto del año, podemos ir despuntando los vástagos cuando las flores se marchiten, cortándolos hasta un lateral que no haya dado flor. También iremos guiando y atando las ramas a medida que crezcan, eliminando los viejos tallos no deseados y redirigiendo los jóvenes para ir cubriendo los huecos que se pudieran producir.
Podemos multiplicar la Bougainvillea sp. por semilla o por esqueje. Solamente los genetistas lo hacen por semilla como trabajo en la obtención de nuevas veriedades. Nosotros lo podemos hacer por estaquilla, esqueje de unos 10 cm que plantaremos a comienzos de primavera ú otoño eliminando sus hojas y plantándolo sobre dos tercios de su tamaño de forma vertical y manteniendo la humedad del sustrato hasta que enraice.
Plagas y enfermedades de la Bougainvillea sp.
La Bougainvillea sp. no suele tener problemas ya que es una planta muy rústica. La planta crecerá sin problemas si la mantenemos con buena iluminación, con un riego moderado y bien abonada.
Por cultivos colindantes la pueden visitar algunas plagas como la mosca blanca, los pulgones, cochinillas, orugas y araña roja, desde principios de primavera hasta mediados de otoño. Para su control utilizaremos insecticidas sistémicos en todas menos en la araña roja que utilizaremos un acaricida, mojando bien la planta en pulverización a última hora del día tanto la superficie de la hoja como el envés. Siempre respetaremos la dosis recomendada por el fabricante.
En cuanto a enfermedades, el Oidium es la que se puede presentar que atajaremos con la aplicación de un fungicida antioidium. Debemos evitar regar la planta por aspersión.
En cuanto a fisiopatías o carencias podemos encontrar una clorosis como consecuencia de una pudrición radicular o de la carencia de un nutriente determinado. Si se trata de una deficiencia de nutrientes, la carencia más típica es la de hierro, que produce un amarilleo en las hojas. Aplicando en riego o en pulverización foliar quelato de hierro quedará corregida en pocas semanas. Lo ideal es incorporar en el riego y de forma ocasional, correctores de carencia múltiples, son formulados especiales que contienen los principales microelementos que las plantas necesitan.
Queremos destacar que no todas las variedades tienen el mismo poder de desarrollo y rusticidad, por lo que hay que informarse bien a la hora de adquirirlas. Una mala elección puede necesitar un plus de tiempo para que la planta cubra lo que nos hemos propuesto.