Esta guapa pariente de los espárragos comestibles, se conoce también como esparreguera.
El Asparagus sprengeri es una planta tan decorativa, que se suele utilizar mucho en trabajos de floristería. Pero verla colgar en jardineras o cestas colgantes, en los balcones como un tul vegetal verde, dota el espacio de gran hermosura.
En los jardines pone una nota brillante de color sobre las zonas rocosas. Y en el interior del hogar nos proporciona elegancia en cualquier rincón iluminado donde vive perfectamente en maceta individual o colgante.
Estamos ante una vivaz herbácea trepadora de raíces tuberosas que luce como una vaporosa masa verde gracias a sus finos cladodios (tallos modificados con aspecto de hojas).
Son ideales para cultivarlas en macetas colgantes, o en emplazamientos altos donde sus largos tallos puedan caer libremente.
A la hora de su plantación, es preferible plantar esta especie en solitario, ya que si la acompañamos con otras plantas, la esparraguera invadirá todo el espacio.
Suele confundirse por su aspecto con un helecho.
Al comienzo comentamos que muchas personas creen que están ante un helecho, pero en contra de los hábitos reproductivos de los helechos, el Asparagus spp. cuyo género es dioico, nos regalan en verano unas pequeñas flores, que dan paso a unas bayas esféricas de un llamativo color rojo en el pie femenino en el Asparagus sprengeri. En otras variedades las bayas son negras.
El origen del Asparagus sprengeri
El Asparagus sprengeri es una especie que pertenece a la familia de las Asparagaceae. Esta familia ha sido reconocido por los taxónomos, pero casi universalmente se consideran como pertenecientes a la familia Liliaceae, oriunda de África. Entre sus nombres populares encontramos los de helecho esparrago y esparraguera.
Los Asparagus spp. tienen orígenes muy antiguos, se dice que fueron los egipcios los responsables de su difusión por todo el Mediterráneo.
Los romanos a estas plantas le daban el nombre de ‘asparagus’ y se cree que deriva de la palabra griega ‘sparissien’ (atrapar), o de ‘spargao’ que quiere decir abultamiento, en referencia a sus yemas comestibles en ambos casos.
¿Cómo es el Asparagus sprengeri?
El Asparagus sprengeri es una especie bastante resistente de cuidados sencillos. Está provista de un rizoma provisto de pequeños tubérculos que funcionan como órganos de reserva. De ellos surgen los tallos nuevos como finos brotes que nos recuerdan a los espárragos trigueros (Asparagus officinalis).
Esta planta carece de hojas, en su lugar como indicamos anteriormente presenta cladodios planos o fasciculados, muy cortos, de color verde brillante. Estas ramas verticales conforme crecen, por su propio peso caen, lo que les otorga si están en altura un aspecto muy elegante de planta colgante.
El Asparragus sprengeri es una planta que tiene forma de mata, de crecimiento rápido y sus tallos pueden alcanzar el metro de altura.
Es en verano cuando se produce la floración. Esta consiste en unas pequeñas flores blanco-rosáceas algo perfumadas, que dan lugar a pequeños frutos no comestibles, globosos de color verde brillante que a medida que maduran adquieren un tono rojo brillante.
Cuidados del Asparagus sprengeri
En el interior deben estar ubicados con muy buena iluminación, cerca de una entrada de luz como una ventana. Al exterior los ubicaremos en un lugar bien luminoso aunque fuera del sol directo o en semisombra, especialmente en las zonas de fuerte insolación.
Al aire libre en climas suaves, puede vivir perfectamente, aunque en invierno no debe bajar la temperatura de -2ºC porque perdería su follaje, pero si las raíces están protegidas con algún tipo de acolchado, cuando las temperaturas suban los nuevos tallos brotarán desde el nivel del suelo.
El tener el Asparagus sprengeri cultivado en maceta nos permitirá trasladarlo al interior. Necesitan de humedad ambiental por lo que es aconsejable que lo ubiquemos lejos del aire acondicionado.
Aunque el pH del suelo le es indiferente, prefiere un sustrato bien drenado, fresco y humífero, es decir abundante en materia orgánica en descomposición o ya descompuesta. Por lo que a la hora de su trasplante buscaremos un sustrato para plantas verdes rico en humus.
A este tipo de plantas les viene bien una renovación anual. Su trasplante lo realizaremos en primavera, cuando observemos que las raíces empujan a la planta hacia fuera de la maceta. Podemos hacer una división de matas en ese momento.
Le gusta la humedad sin encharcamientos, así que para tenerla perfecta la regaremos de forma regular, especialmente en verano en el que el sustrato ha de estar siempre húmedo. Ya en invierno reduciremos el riego. Si se observaran tallos secos es signo de falta de riego, normalmente.
Precisa abono líquido para plantas verdes cada 15 días en primavera y una vez al mes el resto del año para que crezca fuerte y vigoroso.
No se realiza poda en este tipo de plantas, pero si es recomendable retirar las hojas con mal aspecto cortándolas a ras. Lo haremos en primavera aprovechando el trasplante. Con ello favoreceremos una nueva brotación y conservaremos su buen aspecto.
Se multiplica fácilmente por semilla y por división de mata. Al ser una planta de crecimiento rápido, sus raícen crecen al mismo tiempo que su follaje, por lo que recomendamos renovar cada año la planta cuando la tengamos en maceta.
Plagas y enfermedades del Asparagus sprengeri
Es una planta muy resistente a enfermedades. Y en cuanto a plagas podemos encontrarnos con pulgones o alguna cochinilla algodonosa, pero es poco habitual.
Las pulverizaciones con agua le sientan muy bien al Asparagus sprengeri, que además mantienen a raya a la araña roja.
Cuando veamos los tallos pelados, secos o amarronados, los suprimiremos cortándolos a ras. Suele ser síntoma de falta de humedad ambiental o de luz.
El Asparagus sprengeri es una planta perenne con un verde intenso muy frondosa, lo que la hace ideal para conseguir balcones bonitos con poco esfuerzo.
