El valor ornamental de esta planta está en sus exóticas flores en forma de corazón.
Esta planta es más conocida como flor cortada porque suele estar presente en numerosos arreglos florales por su elegancia y el colorido de sus espatas, aunque también podemos encontrar un importante número de variedades que se adaptan perfectamente a su cultivo en maceta.
El Anthurium andreanum se encuentra en ese grupo de plantas consideradas purificadoras, ya que es capaz de depurar el aire de donde se encuentra, de sustancias nocivas.
Podemos encontrar esta planta en un amplio abanico de colores y tonos. Rojo, naranja, rosa, colores cálidos que nos trasmiten calidez incluso en los días más fríos. El blanco nos trasmite relajación, paz y tranquilidad observándolo mientras descansas.
Sus ‘flores’ gozan de una larga vida, pudiendo llegar a casi el mes en los arreglos florales donde cada año aparecen nuevos colores. En cambio el juego varietal en plantas en maceta es más escaso y aunque encuentras todos los colores, el rojo es el predominante, incluso podrás encontrar especies como Anthurium scherzerianum, Anthurium crystallinum, Anthurium crassinervium, Anthurium warocqueanum… donde su interés comercial reside más que en sus flores en su decorativo follaje.
El Anthurium andreanum es realmente una planta muy sugestiva, elegante y provocativa, una planta de interior que nunca pasa de moda. La duración de sus ‘flores’ es larga y llega a creerse una planta artificial por el brillo de sus hojas.
Como curiosidad encontramos que en algunas culturas a las flores de Anthurium andreanum se le atribuían poderes afrodisíacos y se ofrecían como símbolo de fertilidad a las jóvenes que deseaban quedarse embarazadas. Es lógico viendo la curiosa anatomía de la flor, que se asocia con el órgano sexual masculino, en el centro de la hoja modificada en forma de corazón.
El origen del Anthurium andreanum.
El Anthurium spp. es originario de los bosques lluviosos de Colombia, Ecuador y América Central donde se dispone de forma natural. Fue descubierto en las selvas colombianas en 1876 por Edouard André, durante una expedición botánica. Este lo envió para su análisis y clasificación a Jean Linden, un botánico belga conocido como el “padre de las orquídeas”, no sólo por sus extensos estudios sobre esta flor sino por ser el descubridor de las técnicas de reproducción de esta distinguida especie.
El Anthurium spp. como género forma parte de un importante grupo dentro del panorama de la planta ornamental y de la flor cortada donde también se encuentran la Aglaonema, Alocasia, Dieffenbachia, Monstera, Philodendron, Spathiphyllum, Syngonium, Zantedeschia,… todos ellos pertenecientes a la misma familia, las Aráceas. El género Anthurium spp. es el más grande de ésta familia con más de 500 especies. Todas sus especies son plantas herbáceas y perennes.
También destacan el Anthurium scherzerianum fundamentalmente dedicado a su cultivo como planta en maceta, así como el Anthurium crystallinum, Anthurium crassinervium y Anthurium warocqueanum, cuyo interés ornamental reside en su follaje.
La palabra Anthurium proviene de los vocablos griegos ‘anthos’ que significa ‘flor’ y ‘oura’ cuyo significado es ‘cola’ en referencia a su inflorescencia.
Popularmente se le conoce como Anturio, también por la forma de corazón de sus brácteas como Flor del amor. Por otra parte, la flor de Anthurium andreanum se ha convertido en el emblema de Hawai, uno de los principales productores junto con Ecuador y Colombia. En Europa, el país mayor productor es Holanda y en España son Andalucía y Cataluña las zonas donde se produce.
¿Cómo es el Anthurium andreanum?
El Anthurium andreanum, es una planta herbácea y perenne. Sus raíces tienen un desarrollo poco profundo con un aspecto cilíndrico, fasciculadas, bastante fibrosas y de consistencia carnosa. El tallo cuando la planta es joven es herbáceo, convirtiéndose en semileñoso conforme la planta se hace adulta.
Las hojas en un verde intenso, tienen una consistencia y grosor destacable creciendo de forma alterna. Su forma de corazón varía hasta en punta de flecha en función de la variedad. Como comentamos al principio, lo que creemos es la flor, técnicamente es una hoja modificada (espata) que encontramos en tonalidades de rojo, rosa, naranja, blanco, verde, chocolate, incluso bicolores como por ejemplo en verde y rojo.
Sobre la base de esta hoja modificada, sí que emerge una inflorescencia llamada espádice que es la que contiene un gran número las verdaderas flores, de pequeño tamaño y hermafroditas con un ovario, dos carpelos y cuatro anteras. Cuando la espata adquiere un aspecto brillante y húmedo es signo de que las flores están maduras y listas para ser polinizadas.
Cuando estas flores son fecundadas, los frutos se muestran sobre el espádice como unas protuberancias, se trata en realidad de unas bayas globulosas de color amarillo o rojo que contienen tan solo una o dos semillas pequeñas de color amarillo.
Cuidados del Anthurium andreanum.
Es una planta perfecta para interiores, muy fácil de cuidar incluso para aquellos que parecen estar negados al cuidado de las plantas ornamentales.
Su mejor ubicación es el interior de nuestro hogar, muy bien iluminado pero sin que reciba luz directa del sol ya que quemaría sus hojas. Cerca de una ventana es perfecto, ya que si no recibe las horas suficientes de luz, sus flores serán escasas.
Recordemos que el Anthurium andreanum es una planta tropical, por lo que no le gustan los cambios bruscos de temperatura, digamos que su temperatura ideal está entre los 20 y 25ºC. No debemos exponerlos cerca de fuentes de frío (menos de 12ºC) o calor (más de 28ºC) y alejarlos de las corrientes de aire, que además de acortar la vida de sus flores le provocan el secado de los extremos y puntas de sus hojas.
Además de mantener un ambiente más bien cálido, necesitará de humedad ambiente. Para ello podemos pulverizar agua cerca de sus hojas, no sus flores, a ser posible con agua exenta de cloro, en especial en verano. O lo más natural, un plato en la base lleno de guijarros con agua es una forma de aportarle un entorno más húmedo o acompañarla de otras plantas para que formen entre ellas esa humedad ambiente que necesitan las plantas de interior.
El Anthurium andreanum nos demandará que lo trasplantemos cada dos años más o menos, y si se nos olvida, la misma planta te lo recordará con hojas más pequeñas y escasas espatas. Lo haremos en primavera y el sustrato debe ser ligero, que retenga humedad, pero que tenga un buen drenaje. Debemos buscar un sustrato para plantas de interior o plantas verdes y en su base no debemos olvidar poner una capa de grava o arcilla expandida.
No es una planta que necesite mucha agua. Conviene dejar secar un poco el sustrato entre riegos, pero que no pierda la humedad. En verano por supuesto que aumentaremos la frecuencia de los riegos, teniendo siempre la precaución de que la planta no quede encharcada.
Respecto a la fertilización, aprovecharemos los riegos para abonarlo en primavera y verano especialmente, ya que son épocas de gran actividad vegetativa. Aplicaremos en el agua de riego un abono para plantas de interior a la dosis y frecuencia indicada por el fabricante.
Mantener las hojas limpias de polvo facilitará que la planta realice la fotosíntesis correctamente, por lo que si limpiamos su follaje con agua no calcárea crecerá mucho mejor. También debemos ir eliminando las hojas que se puedan estropear, así como las flores marchitas ya que afean la apariencia de la planta. Lo haremos con un corte limpio a un centímetro más o menos de su unión con el tallo.
El Anthurium andreanum se reproduce por división de mata. Antes de su trasplante si quieres hacerlo debes separar con mucho cuidado los tallos o hijuelos que se forman junto a la planta madre, plantándolos con un sustrato para plantas de interior y regando a continuación.
Plagas y enfermedades del Anthurium andreanum.
Como casi todas las plantas de interior, debido al ambiente en el que se desarrollan, será difícil que se vean afectadas por alguna plaga o enfermedad. Otra cosa es el cultivo profesional, que como curiosidad a saber… podría verse afectado en cuanto a plagas por la araña roja (punteados decolorados, mates y unas manchas amarillas en sus hojas), Trips (manchas marrones y necrosis en hojas y flores) y mosca blanca (decoloraciones de las hojas, además de segregar melaza que ocasiona la proliferación de hongos como la negrilla).
En cuanto a enfermedades, se debe controlar bien el riego para que estas no aparezcan. La podredumbre radicular (veríamos que los bordes de las hojas amarillean y se deterioran con rapidez), Antracnosis (con exceso de humedad le provoca manchas negras en las hojas), Septoria (se manifiesta con manchas irregulares de color gris pardo con el centro muerto de color marrón y con los bordes amarillos). También hay otros hongos que pueden aparecer como la Botrytis cinerea, el Cylindrocarpom destructans, el Fusarium spp. y la Rhizoctonia spp. por ejemplo.
Sin lugar a dudas, el Anthurium andreanum es una de las plantas de interior de flor con una impresionante y delicada belleza de gran poder decorativo.