Los usos ornamentales de la Lysimachia nummularia son variados. Se utiliza mucho por su hábito colgante que la hace perfecta para cestas colgantes, macetas o jardineras en patios, terrazas y balcones, donde las ramas al caer nos regalan una atractiva cascada.

Al ser rastrera y de crecimiento rápido, se usa como tapizante en jardines en zonas de sombra o semi sombra. Es ideal para rellenar huecos entre piedras, escalones o en pendientes suaves, donde sus tallos al crecer se acodan por la superficie serpenteando entre las piedras.

Prácticamente, va reptando por el suelo creando un efecto espectacular, una alfombra completamente densa y muy mullida, por lo que es considerada como un posible sustituto del césped.

Se adapta muy bien a ambientes húmedos y sombreados, por lo que se utiliza en zonas donde otras plantas cubresuelos no prosperan para estabilizar suelos. Muy útil bajo de árboles o borduras de jardines sombreados.

Se planta como ‘borde vivo’, especialmente el cultivar ‘Aurea’ por su color amarillo dorado, que crea un precioso contraste con otras plantas verdes o de flores azules/púrpuras aportando luminosidad.

Tolera tan bien la humedad alta e incluso cierto encharcamiento, por lo que se emplea mucho en jardines con estanques o arroyos artificiales, aportando un efecto fresco y natural.

En jardines verticales y fachadas vegetadas que contribuyen a la mejora ambiental y en composiciones de jardín, especialmente el cultivar ‘Aurea’, se utiliza por su follaje brillante, creando efectos visuales llamativos cuando se combina con plantas de tonos oscuros, morados o verdes profundos.

El origen de la Lysimachia nummularia.

El género Lysimachia spp. pertenece a la familia Primulaceae. Tiene su origen en regiones templadas del hemisferio norte, especialmente Europa, Asia y Norteamérica con más de 150 especies de plantas anuales, vivaces y subarbustos.

Algunas especies de este género comunes en jardinería o naturalizadas en Europa son Lysimachia atropurpura, Lysimachia ciliata, Lysimachia clethroides, Lysimachia congestiflora, Lysimachia henryi, Lysimachia punctata, Lysimachia vulgaris y nuestra protagonista, la Lysimachia nummularia.

Es una planta perenne y rastrera que lleva el nombre científico nummularia, derivado del término en latín nummulus que significa dinero.

De ahí sus nombres comunes como hierba de moneda, monedilla, planta de la moneda, monetaria, entre otros. No se debe confundir con la planta del dinero, Plectranthus verticillatus, aunque compartan nombres similares.

Los cultivares más populares en España son:

  • ‘Aurea’ – Hojas de un tono amarillo dorado brillante, muy ornamental.
  • ‘Goldilocks’ – Similar a ‘Aurea’, pero con crecimiento algo más vigoroso.
  • ‘Persian Chocolate’ (menos común) – Follaje de tonos cobrizos o morados.

Características de la Lysimachia nummularia.

La Lysimachia nummularia es una planta vivaz perenne que tiene unas raíces fibrosas y superficiales. Produce raíces adventicias en los nudos de los tallos rastreros, lo que le permite enraizar fácilmente al contacto con el suelo húmedo.

Los tallos son rastreros, delgados y flexibles. Pueden alcanzar de 30 a 60 cm, extendiéndose horizontalmente. Son capaces de formar estolones, similares a los de las fresas. Y en cultivares como Lysimachia nummularia ‘Aurea’, los tallos suelen ser más visibles debido al contraste con el color del follaje dorado.

Las hojas pequeñas son redondeadas, opuestas, con borde entero, de textura lisa con leve brillo. La especie tipo tiene el color de la hoja verde medio a oscuro.

La especie ‘Aurea’ sus hojas son amarillo dorado muy intenso. La ‘Goldilocks’ su tono es más verde lima y son algo más grandes. Por último aunque en España es más raro encontrarla la variedad ‘Persian Chocolate’ tiene unas hojas de color cobrizo a púrpura oscuro.

La floración aparece a finales de primavera a mediados de verano (mayo-julio). Sus flores son solitarias, axilares (una por nudo), son de color amarillo intenso, en forma de estrella.

Las variedades como ‘Aurea’ y ‘Goldilocks’ florecen menos que la especie tipo, y a veces casi nada si están en sombra densa. Las flores contrastan muy bien con el follaje dorado de ‘Aurea’.

El fruto es una cápsula seca, globosa, poco ornamental que contiene semillas muy pequeñas ligeramente anguladas de color marrón oscuro.

Cuidados de la Lysimachia nummularia.

La ubicación ideal sería a la sombra o semisombra, aunque tolera algo de sol si el suelo es húmedo. Digamos que en las zonas más calurosas de España (Mediterráneo e interior), mejor protegerla del sol directo del mediodía.

El rango óptimo de temperatura se sitúa entre 10–25°C. Resiste heladas ligeras (hasta -10°C), pero en zonas frías entra en reposo invernal. En climas suaves (costa atlántica, norte de España), puede mantenerse verde todo el año.

Prefiere suelos húmedos, ligeros, con buen drenaje y ricos en materia orgánica. Los suelos arcillosos los tolera siempre que no haya encharcamiento permanente. Su pH debe ser levemente ácido a neutro (6–7,5).

En maceta utilizaremos un sustrato universal o para plantas de exterior, que tenga buena aireación, buen drenaje y materia orgánica. En la base pondremos una capa de arcilla expandida o grava para favorecer el drenaje.

El tema del riego es importante, debe ser constante pero moderado, ya que no debemos dejar que el sustrato se seque del todo, hay que mantenerlo ligeramente húmedo, especialmente en verano. En el jardín si está bien establecida puede vivir con riego ocasional, pero agradece humedad. En maceta hay que regar con más frecuencia, evitando encharcamientos.

La mejor época para su abonado es en primavera-verano. En suelo aportaremos compost o humus de lombriz al inicio de la primavera. Si la disfrutamos en maceta o jardinera utilizaremos un fertilizante líquido equilibrado (tipo 10-10-10) cada 15 días o un fertilizante orgánico granulado al mes.

El mejor tiempo para su trasplante es en primavera u otoño. Cada dos años cuando las raíces llenen el recipiente la debemos trasplantar, incluso podemos dividir matas y reproducirla.

La poda será ligera, básicamente para controlar su crecimiento. Se recortan los tallos demasiado largos o desordenados y al final del invierno para renovar se puede rebajar completamente. En variedades como ‘Aurea’, ayuda a mantener el color intenso del follaje.

Es aconsejable retirar manualmente cualquier mala hierba que pueda surgir entre la planta vivaz.

Como indicábamos en el apartado del trasplante en primavera u otoño podemos a la hora de su trasplante hacer división de mata, separando trozos enraizados de la planta a trasplantar.

Los esquejes de tallo también funcionan cortando segmentos con nudos y colocándolos en agua o tierra húmeda hasta que echen raíces. Por semilla es posible, pero poco usada por una germinación lenta e irregular.

Plagas y enfermedades de la Lysimachia nummularia.

Es una planta bastante resistente. Ocasionalmente, en condiciones de excesiva humedad y poca ventilación, puede ser susceptible a ataques de caracoles y babosas, o a enfermedades fúngicas como el oídio o manchas foliares.

Mantener un buen drenaje y una adecuada circulación de aire ayuda a prevenir estos problemas.

Debemos tener en cuenta la consideración sobre su potencial invasor. Su vigor y capacidad de auto-propagación por acodo hacen que, en ciertas regiones (como Norteamérica, donde fue introducida) y condiciones favorables, pueda comportarse de manera invasiva.

Es importante ser consciente de esto al plantarla directamente en el suelo en climas muy propicios, considerando el uso de barreras físicas o limitando su cultivo a macetas y contenedores si se quiere evitar una colonización no deseada.

Su hábito colgante la hace perfecta para cestas colgantes, macetas y jardineras, borduras y jardines verticales, donde las ramas al caer nos regalan una atractiva cascada.

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