Su porte, color y floración, le dan en su conjunto un alto valor ornamental.
Una tendencia para la decoración del hogar en este momento son los cactus y suculentas. Estas poseen una diversidad de tamaños, colores y formas, que se adaptan a cualquier recipiente o decoración, y además destacan por ser plantas de cuidado fácil.
Su capacidad para retener el agua a través de las carnosas hojas permite que los riegos sean menos frecuentes.
El Kalanchoe pumila es una suculenta que es muy utilizado en macetas colgantes en terrazas, balcones, patios e interiores muy bien iluminados y ventilados. En jardinería, en las zonas donde el invierno es suave, sin heladas persistentes, se emplea en rocallas y muretes.
El origen del Kalanchoe pumila
Con respecto a su clasificación científica, diremos que es una suculenta que pertenece a la familia Crassulaceae, donde se encuentra este género, el Kalanchoe sp. que lo forman unas 125 especies de plantas suculentas y arbustos, procedentes de África, Asia y Europa.
Algunas de las especies más conocidas son Kalanchoe beharensis, Kalanchoe blossfeldiana, Kalanchoe daigremontiana, Kalanchoe fedtschenkoi, Kalanchoe gastonis bonnieri, Kalanchoe longiflora, Kalanchoe manginii, Kalanchoe marmorata, Kalanchoe pinnata, Kalanchoe thyrsiflora, Kalanchoe tomentosa, Kalanchoe uniflora… y Kalanchoe pumila, que es el que nos ocupa en este artículo.
Se le conoce popularmente como Calanchoe y concretamente es nativo de Madagascar. La etimología del nombre consta de dos partes: Kalanchoe que proviene del cantonés y se traduce como ‘planta del templo’ y pumila que proviene del latín y significa ‘enana’.
¿Cómo es el Kalanchoe pumila?
Esta planta puede alcanzar como mucho en altura los 30 cm, ya que su porte es colgante y rastrero. Los tallos en longitud sí que pueden alcanzar entre los 50 a 60 cm..
Sus hojas son carnosas y presentan los bordes ondulados de un color verde grisáceo con tonos rojizos. Están cubiertas de una vellosidad blanquecina con apariencia cerosa, lo que produce que la planta tenga un aspecto ‘escarchado’.
La floración se da entre el invierno y la primavera, necesitando de unas seis horas de sol directo para hacerlo. Las flores surgen en umbelas y aunque pequeñas son muy vistosas en color rosa o lila.
Cuidados del Kalanchoe pumila
El Kalanchoe pumila para florecer de forma abundante y correcta, requiere de como mínimo unas seis horas de sol directo, aunque puede estar en semisombra, sobre todo en lugares donde el sol del mediodía es intenso y puede quemar sus hojas.
Estamos ante una especie a la que no le gusta el frío por lo que en invierno debe protegerse cuando la temperatura baje de los 10ºC, aunque resiste perfectamente temperaturas más bajas. Si en nuestra zona el ambiente es más fresco, la utilizaremos como planta de interior, ofreciéndole una gran luminosidad.
Aunque puede prosperar en cualquier tipo de suelo, como en todas las cosas, a nadie le amarga un dulce, así que si el terreno es rico en materia orgánica estará mucho mejor. Lo que si necesita es que tenga muy buen drenaje.
En maceta necesitará un sustrato para cactus y suculentas y a la hora de su trasplante siempre lo realizaremos en primavera si la maceta se queda pequeña. Debemos asegurarnos de que la maceta drena bien colocando grava en el fondo, antes de su plantación y siempre retiraremos si tiene plato el agua estancada.
Todos sabemos que las suculentas toleran la sequía y que son plantas que no deben estar encharcadas por eso es importante el drenaje. En el caso del Kalanchoe pumila lo regaremos evitando mojar el follaje de forma abundante pero poco frecuente, comprobando la humedad y dejando que el terreno se seque. Recordemos que el peor enemigo de este tipo de plantas es el exceso de riego que produce en tallos y raíces pudrición.
Un fertilizante especial para cactus y suculentas cada 20 días en primavera y verano en el agua de riego será suficiente como aporte de nutrientes.
Cuando florezca, es conveniente ir quitando las flores marchitas. Y para mantener un porte compacto, le daremos una ligera poda tras la floración quitando las ramas indeseadas o estropeadas.
Las plantas del género Kalanchoe sp. se reproducen muy fácilmente normalmente a través de esquejes de hoja o tallo en primavera o verano. Podemos utilizar las ramas de la poda.
Plagas y enfermedades del Kalanchoe pumila
El Kalanchoe pumila es de fácil mantenimiento por su rusticidad, por lo que no suele presentar problemas de plagas y enfermedades si cuidamos bien su riego.
El Kalanchoe pumila es una excelente planta suculenta con unas flores preciosas, perfecta para cualquier jardín profesional o casero.